jueves, 20 de noviembre de 2014

Lover...

Puedo notar cómo cierro los ojos y caigo al suelo, deshecha, siendo agua. Agua turbia, con sangre, tierra y trozos de dolor.
Se oye en ecos el ruido de algo por dentro quebrándose. Débil, débil, débil.

En la mesa unos apuntes.
En la cama un cuerpo muerto.
Que se lo lleven de mí. Que lo quiten.
Que ya no importa lo que duela. Quien venga o vaya. No importa estar lejos de casa. El frío, este estar sola y a la vez nunca estarlo silencioso y triste. Ya no importa nada.

Ahora hay agua allá. La veo y soy yo. ¿Y qué soy ya entonces? A nadie le importa. A mí tampoco me importa.

Voy a irme con la realidad mientras todo me golpea. Aquí y allá. Obligada a vivir mientras caigo y caigo. Y me ven pero no estoy. Estoy en la cama muerta. En el suelo, agua.

Entierro de dolor aquí, noches rotas allá. Todas intento salvar, pero sólo fallo. Débil, débil, débil.

¿Qué demonios me importa ahora que venga el mañana? Sólo será mi cuerpo en sillas, habitaciones, miradas. Pero toda yo ya no estoy.
Estoy en ecos, en el cadáver, en ese agua.

Los apuntes hablándome del presente yo llorándole al futuro, el dolor callando al pasado.

Perdiéndome entera mientras otros lo ven y no dicen nada. Qué diré yo ya.

Yo no lo sé ya... Ya no lo sé...