sábado, 21 de marzo de 2015

Las ganas mojadas por el humo

Sí, quiero que la patrulla que deambula entre silencios hoy me saque de la cama y me diga "vamos a dar una vuelta". Escabullirme de entre la mierda y fumar a gusto lejos del pijama. Dejarlo bien tirado en el suelo y mantener el desvelo hasta por la mañana. Con el sol ya en las ventanas de todas las casas decir anoche no dormí, pero no pasa nada. Y luego reír fuerte.

Me compraré una máscara mientras vienen a por mí e iré a tu calle, ahora que ya sé dónde estás cuando duermes. Bailaré hasta marearme mientras grito callada. Toda una banda igual de muda que yo me acompañará y después correremos hasta pasar el barrio y todo lo que nos conocemos.

Los días extraños nos han encontrado y hemos vuelto a caer en sus manos de rutina y de cosas pendientes. Polvos pendientes. Pero de todo esto no hablemos ya nunca menos. Vamos a jugar a que estás en la cama y yo no estoy pensando en ti. A que nadie sabe todas las historias con sus respectivos nombres y que yo no me sé tantas canciones.

Estoy en la azotea con el frío en las uñas y en los cartílagos y se me clavan los minutos que tengo que olvidar yendo tras tu pequeña cabeza. Así que como aquí me permiten fumar te tiraré el humo a los pies. Bajarás las escaleras y humo serás.

Y no preguntes más. Sí que quiero huir ahora; no hay mucho más que decir.