viernes, 1 de mayo de 2015

Escribo para mí

Hoy me he dado cuenta de que escribes más que yo. Quizás tú, que compartes eso que escribes sientas que acudes a algo, a alguien. Que quizás ese de allá te leerá o que a tu destinatario le llegará la carta. Yo nunca me he fijado en si escribías o cantabas. En si tenías frío o hacías el ridículo. Sólo me fijé en las despedidas, en hacerlo todo bien, para luego irme mal. En dejar que la ilusión venza a la curiosidad.
Y hoy, fíjate, estoy tras de ti, leyéndote, sintiéndome absurda. No quiero hablar más de nada, no quiero pensar demasiado. No quiero resumir mis problemas ni dar explicaciones.
Voy a vivir tanto que luego pasaré años para escribirlo todo.

Ah, pero de aquí, de esta cabeza, de este escrito, no te mueves.

(Pienso ahora, lejos de todo, si habrá dejado de ser así desde Dublín).