domingo, 6 de mayo de 2012

Que sea cierto el jamás

Notar entre sombras que tú estás ahí. Que esas son tus manos, que están donde deben estar siempre. Entender que me estás diciendo te amo con cada respiración. Contarte, sin decir nada, que teniéndonos no quiero ni necesito nada más. Acariciar tu cuerpo. Sentir cómo tus ojos se cierran y se abren. Escucharte susurrar lo que siempre he esperado escuchar. Adivinar tus labios, acercarnos y besarnos casi sin rozarnos. Permanecer así toda la noche, mientras siento cómo tu cuerpo me toma y cómo le dice al mío todo lo que el tiempo nos ha quitado. Crear universos en descuidos.