lunes, 16 de abril de 2012

Me, mine, myself (no more silence in me)

A menudo cruza sus pies. Suele evadirse en la bañera de su casa. El agua es suficiente para hacer que deje de sentir ese peso que a veces levita y otras cae directamente sobre su espalda. Juega con las palabras. Aprecia y cuida la música como nadie podría entender. Camina ausente, mira fijamente a todo el mundo. Siempre busca algo más de las personas, siempre espera más de ellas. Confía en ellas, confía en su sinceridad. Jamás se ha valorado como debería, y lo sabe perfectamente. Se excusa fácilmente. Se pone nerviosa si no conoce la mirada de los que la observan. Se fija en los detalles más absurdos, como en los gestos de los desconocidos en el autobús, en su forma de hablar y en su forma de observar lo que les rodea. Es capaz de hallar la belleza hasta en la persona más despreciable. A menudo se pierde entre sus pensamientos, aunque siempre es consciente de todo. Desvía el tema de conversación de forma casi imperceptible cuando sabe en qué puede acabar. No le importa invertir tiempo en algo si sabe que le va a proporcionar al menos algo, aunque luego, a la larga, resulte dañino. Es conformista hasta extremos, pero a veces es complicado contentarla, ya que busca la felicidad en las cosas más estúpidas y más invisibles. Analiza absolutamente todo y en todo momento sabe lo que está pasando a su alrededor. Sabe cuándo desconfiar y cuándo dejarse llevar por los sucesos, aunque a veces el miedo a hacer el ridículo le impide obedecer a su instinto. Cuida de ella misma en silencio. Es difícil verla de verdad. Para encontrarla realmente, debes buscarla por las noches, cuando se muestra tal y como es. Sabe cómo ser y cómo comportarse en todo momento. Sabe muy bien quiénes la conocen y quiénes la aprecian por cómo es, y quiénes no. Es curiosa, mucho, pero domina cuándo serlo. Miente cuando es necesario. Odia no tener el control sobre algo y que puedan jugar con ella. Bien sabe que no es única. No lleva bien que no opinen como ella. Le cuesta escuchar algo que no le gusta. Siempre tiene algo por lo que hablar y algo que decir. Le encanta dar su opinión, aunque la reserva para quienes saben apreciarla. Es intolerante con lo que le parecen injusticias. Aparenta tranquilidad cuando le conviene. Aunque por razones de fuerza mayor no tenga dominio total de su mente y cuerpo, sí está muy unida a ambos y muy cerca de tenerlo. No le gusta destacar. Adora conocer a las personas, y aun más, sus peculiaridades. Conoce lo que es capaz de ofrecer, conoce sus límites. No le cuesta entender cualquier forma de pensar, pero sí admitir que la entiende. Sabe que sería casi imposible encontrar a alguien que pudiera valorarla y mirarla de esa forma que ella necesita. Normalmente se mantiene ausente a vista de casi todos, pero siempre está dispuesta a atender a quien sea necesario, a cualquier hora, cualquier día. Es impaciente, pero siempre busca el final, cueste lo que cueste.


 Ama y depende a la par.