jueves, 6 de marzo de 2014

Un día menos

Menos mal que te has sentado lejos y no es este olor el tuyo. Olor a amor, a enamorada del amor.
Y que no me ves llorar más. Ya nunca más, un poco menos, a veces casi, pero nunca del todo.
Menos mal que los buses van siempre llenos de gentes, de vidas de gentes, de abrazos, de risas mías, de aquí, de donde yo soy, de donde no salgo o nunca vuelvo.
Menos mal que al volver siempre me alegran los días, que hay familias que no se eligen y las que se eligen aún me hacen vivir más.
Menos mal que siempre sembré cariño y ahora recojo amor, tanto amor que poco conoce de todo nuestro diciembre.

Menos mal que lo días duran veinticuatro horas, y que este ya acabó.