lunes, 26 de mayo de 2014

Brindo

Las calles vuelven a tener nombre cuando las recorro contigo. Los caminos en metro tienen sentido de nuevo cuando son para verte.
¿Qué hora es ya? Las luces de los parques se han encendido y tú y yo aquí, comiéndonos las ganas y abrazándonos los besos.
Paseando de noche por la ciudad, todo parece más de nadie. Como un escenario sin actores, un teatro vacío. Las tiendas calladas nos cuentan secretos mientras nosotros tratamos de hacer de esa noche, la nuestra.
¿Dónde hemos estado en todo este tiempo? Aquel banco ayer no parecía tan bello.
Domingo, sábado, viernes, ¿qué más da? Es de noche y estamos aquí, y a besos los minutos se pasan hasta separarnos. Y volver y pensarte, y sentirte más que a mis manos.
Te escribiré hoy, ahora. Así te traeré a mi cama durante unas líneas.