Cinco minutos desde la última muerte, y desde aquí arriba es difícil respirar aunque vea tu casa.
Preguntas de cosas que no interesan. Pregúntame por los cortes, por el insomnio, por mi banda sonora y por aquellas tardes de distancia esperando que la vida me trajera cerca todo eso del amor y la gente que haces tuya.
Cuando los trenes no llegan a la playa es mejor no ir y quedarse en la estación, mirando la hora, pensando que quizás es tarde para no esperar nada o pronto para esperarlo.
¿No?