lunes, 7 de julio de 2014

hem assumit el risc

Anoche quedamos.

A veces me coges las manos de otra manera, y las miras y creo que podría estar en ese banco mil horas más. Después, cuando ya nos hemos conocido sin lo necesario para salir a la calle, los besos de multiplican y ni siquiera sé de dónde vienes ni a dónde vas. No sé lo que quiero de ti. Estamos aquí, mientras lo decido, pasando horas con tus manos en mis pies y recuerdos en aquella cerveza.


Hoy te vi.

Me corté el pelo hace días y compré un par de discos que me hacían más falta que los últimos besos que me robaste. Desde mayo hasta Mallorca te he esperado y deseado y muchos más participios. Pero nunca se te dio bien lo de los finales felices. Creo que no existen, si te soy sincera.


Ayer te hablé.

Volví hace unas semanas, y miento si te digo que te eché de menos. Pensándote me di cuenta de que así las cosas estaban mejor. Volver a empezar, entre tanto, no es una solución para los que nunca se han querido, ¿no? Aunque las películas románticas me confundan y la noche haga de mí una persona más vulnerable a los encantos del amor. Ahora siento que sólo me queda de ti Alt-J y Alameda.