viernes, 3 de mayo de 2013

De mi cama a la tuya

Buenas noches, que ni buenas son tus palabras al decirme lo que te soy, ni noches dejas que sean llevándote contigo la luna, diciendo que está demasiado llena, que vas a vaciarla. Siéndote suya de pronto eres más pequeña. Te dejas ver entre un destello y un silencio astral. Te duerme por necesitarla y hacerla tuya en secreto, quitándome la calma nocturna que te confieso cuando callas. Entonces me miras con tus párpados cerrados, que a veces recitan tus sueños y otras reclaman mis labios. Me miras y me despido de tu encanto. La luna deja de ser luna para ser nosotras, y nosotras dejamos de ser dos pieles que se viven para ser un mucho que cuando duermes es nada y cuando nos quiero es todo. Te nos llevas porque así lo quieres, y me gritas con besos que me tienes tan adentro que ni la noche me atrapará.
Somos luna y no dormimos. Que nadie nos despierte de estar despiertas.

Buenas tuyas, noches mías.